Introducción
Los patógenos transmitidos por la sangre son microorganismos (como los virus) que están presentes en la sangre humana y pueden causar enfermedades en los seres humanos. Estos patógenos incluyen, entre otros, el virus de la hepatitis B (VHB), la hepatitis C (VHC) y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
¿Cómo se propagan los patógenos de transmisión hemática y las infecciones?
La cadena de infección
Para que la enfermedad se propague, es necesario que se den todas las condiciones siguientes:
- Un número adecuado de patógenos, u organismos causantes de enfermedades.
- Un reservorio o fuente que permite al patógeno sobrevivir y multiplicarse (por ejemplo, la sangre).
- Un modo de transmisión de la fuente al host
- Una entrada a través de la cual el patógeno puede entrar en el huésped.
- Un huésped susceptible (es decir, que no es inmune).
Las estrategias eficaces de control de infecciones previenen la transmisión de enfermedades interrumpiendo uno o más eslabones de la cadena de infección.
Modos de transmisión
- El contacto directo se produce cuando los microorganismos se transfieren de una persona infectada directamente a otra. Por ejemplo, la sangre infectada de una persona entra en el cuerpo de un cuidador a través de un corte abierto.
- El contacto indirecto implica la transferencia de un agente infeccioso a través de un objeto o una persona contaminados. Por ejemplo, un cuidador no se lava las manos entre el cuidado de alguien con fluidos corporales infectados y otros pacientes. Por ejemplo, contacto parenteral con un pinchazo de aguja.
- La transmisión aérea se produce cuando gotitas o pequeñas partículas contienen agentes infecciosos que permanecen eficaces en el aire a lo largo del tiempo y la distancia. La tuberculosis es una enfermedad común que se propaga de esta manera. Los patógenos transmitidos por la sangre no suelen propagarse de esta manera.
¿Cómo se propagan los patógenos de transmisión sanguínea?
- líquido cefalorraquídeo (Cerebro)
- Líquido sinovial (articulaciones)
- Líquido pleural (pulmones)
- Líquido amniótico (útero)
- Líquido pericárdico (Corazón)
- Líquido peritoneal (Abdomen)
- semen
- secreciones vaginales
- sangre
- cualquier fluido corporal contaminado con sangre
- fluidos corporales no reconocibles
El contacto sexual es el principal modo de transmisión de los patógenos transmitidos por la sangre, aunque existe riesgo de exposición al prestar asistencia médica o primeros auxilios.
Cuando un objeto punzante contaminado corta o perfora la piel. (Ejemplos parenterales: pinchazo con aguja, uso ilegal de drogas, corte con cristales rotos, mordedura).
Cuando un fluido corporal infectado penetra en un corte abierto o en una membrana mucosa (interior de ojos, boca, oídos o nariz).
Cuando un objeto contaminado toca piel inflamada, acné o abrasión cutánea.
¿Cómo NO se propagan los patógenos transmitidos por la sangre?
La piel intacta es nuestra primera defensa contra las enfermedades. Los patógenos transmitidos por la sangre no pueden "filtrarse" a través de la piel intacta normal.
Contacto casual como apretones de manos, abrazos, compartir comida, pomos de puertas, estornudos, asientos de váter, piscinas, etc...